Confundir una candidiasis, enfermedad causada por un hongo, con una vaginosis bacteriana es algo que no debería ocurrir. Sin embargo, muchas veces, ante un resultado negativo en las pruebas y la insistencia de la paciente, el médico decide recetar cloruro de decualinio, por si acaso fuera vaginosis.
Este medicamento, eficaz para la vaginosis bacteriana, es maravilloso, pero no para tratar la candidiasis vaginal. No todos los síntomas vaginales son candidiasis, pero los falsos negativos existen. Pero tampoco se deberían mandar antibacterianos sin un diagnóstico claro. La mujer puede tener molestias vaginales por mil motivos, no hace falta ni que sea candidiasis ni que sea vaginosis y mandar antibióticos por si acaso no es la solución.
Al final, me encuentro con muchas mujeres con candidiasis evidente que usan antibacterianos erróneamente (porque se lo ha dicho el médico, claro). Si ya tenemos una flora vaginal escasa en Lactobacilos y, con este tratamiento, eliminamos los pocos que quedan porque el médico, sin un diagnóstico certero, receta «por si acaso»… Si finalmente era candidiasis, el problema empeora.
Estos medicamentos pueden causar, de hecho, infecciones por levaduras, como la candidiasis vaginal.
Escuchar a la paciente y realizar una exploración exhaustiva es esencial. Usar pruebas más precisas hasta dar con la causa es crucial. Prescribir antibacterianos «por si acaso» o decirle a la paciente que «no tiene nada» no es la solución. Ni una cosa ni la otra.
Tomémonos los problemas de las mujeres en serio.
Reflexionemos: si esto les pasara a los hombres una y otra vez… Otro gallo cantaría. Pero como son las mujeres, que muchas veces se etiquetan como «exageradas», «premenstruales», «perimenopáusicas» o «histéricas»… Cualquier excusa parece válida para obviar sus síntomas.
Escuchemos, respetemos y acompañemos.
Si estás lidiando con candidiasis recurrente o vaginosis bacteriana y sientes que no encuentras la solución adecuada, te invito a mi consulta especializada en el abordaje dietético para tratar estas condiciones de forma integral.
A través de una nutrición personalizada y estrategias para equilibrar tu flora vaginal e intestinal, trabajaremos juntas para aliviar los síntomas, fortalecer tu sistema inmunológico y prevenir nuevas recurrencias.
No te conformes con diagnósticos que no dan solución a tu malestar.
