El SIBO no es una moda. ¡Basta ya!

El SIBO no es una moda. ¡Basta ya! Es un trastorno infravalorado pero respaldado por la ciencia. 
Más allá de mitos y desinformación en redes, el SIBO es real y la evidencia científica lo demuestra.

 

El SIBO no es una moda: un trastorno respaldado por la ciencia

En los últimos años, el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) ha ganado atención tanto en redes sociales como en consultas médicas. Sin embargo, también se ha enfrentado al escepticismo por parte de algunos profesionales de la salud y la opinión pública, que lo consideran una «moda» o una condición sobrevalorada, diciendo que es una moda o que son tonterías que se inventan los instagrammers para tener público.

Como profesional que trata pacientes diagnosticados con SIBO mediante pruebas médicas, quiero desmentir esta percepción y aportar evidencia científica reciente que confirma la existencia y relevancia de esta afección.

¿Qué es el SIBO?

El SIBO se define como un aumento anormal en la cantidad y/o tipo de bacterias en el intestino delgado, un segmento donde habitualmente debería haber una concentración bacteriana baja en comparación con el colon. Este desequilibrio puede llevar a:

  • Distensión abdominal.
  • Dolor abdominal.
  • Diarrea, estreñimiento o alternancia de ambos.
  • Malabsorción de nutrientes (vitamina B12, hierro, grasas).
  • Fatiga crónica y otros síntomas sistémicos.

La evidencia científica que respalda el SIBO

Contrario a la idea de que el SIBO es una «moda», esta condición está ampliamente documentada en la literatura científica. Aquí cito algunos artículos clave de los últimos años:

  1. Paredes et al., 2021: Este estudio en Gut Microbes analiza la relación entre el SIBO y condiciones como el síndrome del intestino irritable (SII), demostrando que hasta un 60% de los pacientes con SII pueden tener SIBO diagnosticado mediante pruebas de aliento de hidrógeno y metano.
  2. Quigley et al., 2020: En una revisión publicada en Journal of Gastroenterology and Hepatology, se destaca que el SIBO es una causa frecuente de malabsorción de nutrientes y de síntomas gastrointestinales crónicos. Además, subraya la necesidad de diagnósticos más precisos y tratamientos efectivos.
  3. Ghoshal et al., 2022: Este artículo en World Journal of Gastroenterology explora las limitaciones y ventajas de los tests de aliento en el diagnóstico de SIBO, validando su uso como herramienta clínica cuando se realiza correctamente.
  4. Rezaie et al., 2020: En Clinical Gastroenterology and Hepatology, los investigadores discuten el papel de las arqueas metanogénicas en el SIBO metano (ahora denominado «Intestinal Methanogen Overgrowth» o IMO), enfatizando su impacto en el estreñimiento crónico.
  5. Rehman et al., 2021: Publicado en Nutrients, este estudio resalta la relación entre el SIBO y deficiencias nutricionales, como vitamina D y hierro, que afectan la salud general de los pacientes.

El impacto del escepticismo en los pacientes

Para muchos pacientes, recibir un diagnóstico de SIBO después de años de síntomas inespecíficos es un alivio. Sin embargo, el escepticismo de algunos profesionales puede invalidar su experiencia y retrasar el tratamiento adecuado. Esta actitud también contribuye a la perpetuación de mitos sobre el SIBO.

  • ¿Moda o realidad?: Decir que el SIBO es «una moda de las redes sociales» ignora la evidencia científica (cosa que queda bastante mal, por cierto, cuando es el médico el que te lo dice)  y la experiencia clínica acumulada en las últimas décadas. Redes como Instagram pueden haber visibilizado esta condición, pero eso no invalida su existencia.
  • Impacto emocional: Afirmar que el SIBO no existe puede generar desconfianza en los pacientes y hacer que se sientan incomprendidos. ¿Qué se supone que hace el profesional en estos casos? ¿Darle una palmadita en la espalda al paciente y mandarlo para casa diciéndole que no le pasa nada, que se tranquilice, que tiene mucho estrés?

Conclusión

El SIBO no es una «moda»; es una condición real respaldada por la ciencia. Su diagnóstico y tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Como profesionales de la salud, es crucial mantenernos actualizados con la evidencia científica para brindar un cuidado integral y respetuoso.

Si eres paciente con SIBO o sospechas que podrías tenerlo, te animo a buscar apoyo profesional. En mi consulta, trabajo con diagnósticos basados en pruebas médicas y un enfoque personalizado para que recuperes tu salud digestiva. No te conformes ni creas todo lo que escuchas en redes o televisión.

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